Últimamente no paramos de escuchar esta cantinela.
Mientras otros sectores de la economía (alimentación, pescado etc.) están en franco retroceso, el comentario general es que los bares/Restaurantes/Hoteles…etc. están llenos.
¿Difícil o curiosa explicación?
Ambas dos, pero si reflexionamos entenderemos los por qué.
1.Por un lado, nuestra capacidad de ahorro se ha vuelto tan limitada que ya no planeamos comprar una casa o montar un negocio, esto ya son sueños imposibles para la mayoría de los mortales.
¿Para qué voy a ahorrar? Si no voy a llegar…
De este modo, pensamos en presente no en futuro, porque los sueños se convierten en inalcanzables.
2.Tras una pandemia, en la mente de todos queda el resquicio de si nos van a volver a encerrar, por tanto, habrá que aprovechar el momento… “Que nos quiten lo bailao.”
3.Las tarjetas de crédito (cuyo interés es todo, menos barato…) están en máximos históricos.
Anclamos el disfrute hoy, y ya pagaremos mañana…
4.La inflación galopante que ha incidido negativamente en nuestro bolsillo, ha hecho que escatimemos en unas cosas sí y en otras no, y en este país el OCIO es sagrado.
Vale más comer bocadillos entre semana, ahorrar en luz y calefacción (gracias a Dios nuestros inviernos no son muy fríos), y poder salir el fin de semana.
5.La situación mundial (Guerras, terrorismo…etc.) hacen que nuestro futuro parezca tan incierto que la mayoría opta por vivir y disfrutar hoy, porque mañana…nadie sabe…
Son reflexiones de sentido común, si los sueños se rompen, si el futuro es incierto, si no sabemos qué va a ser de nosotros, ¡VIVE!